Adiós a La Cámara Mía...

El Sábado pasado era el cumpleaños de mi compañera de cuarto, y ella, unos amigos y yo decidimos a ir de marcha. Después de una cena buena en un restaurante que se llama Diablito, fuimos a tomar unas copas en un bar cerca del restaurante. Pasó un rato, y decidimos que queríamos ir a Las Arenas para ir a un club famoso. Pero, los taxis no nos llevaríamos a la playa porque había demasiado gente allí por los fuegos artificiales. Tuvimos que caminar, y caminamos por casi una hora. Era un camino muy largo. Nos puso de mal humor, y nos dolían los pies y las piernas. Por fin, llegamos al club, pero allí hubo otro problema: tuvimos que pagar 13 euros para entrar. ¡Qué caro! Pero, pagamos y entramos al club. Dentro, había bastante gente y toda la música era house. A nosotros, no nos gusta la música house porque es muy diferente que la música en los EEUU. Pero bueno, estuvimos allí por unas horas y era un buen tiempo. Una amiga y yo habíamos gastado todo nuestro dinero, y decidimos a buscar el bar que acepta tarjetas de crédito. Mientras tanto, nuestros amigos cogieron un taxi y se fueron. No pudimos encontrarlos, pero continuamos a bailar y hablar con la gente española. Conocimos un chico que es un jugador de pelota de mano en La Rioja, y él quería que fuéramos a la playa. Nos parecía una buena idea, y fuimos afuera. Mi amiga y yo pusimos los pies en en agua, y le pregunté al chico tomar una foto. Él lo hizo, intentó a darme la cámara, y en ese momento, se le cayó en el agua. Buscamos y buscamos en al agua, pero no la podíamos encontrar. Estaba triste por la cámara y las fotos perdidas. Sin duda, era una noche trágica en la playa...
Kara